La huella auténtica que queda
No se trata solo de un vestido de diseñador, un bolso de marca o tacones altísimos. Ser elegante es proyectar un aura que no pide presentación. Lo mejor es que la elegancia está al alcance de todos. No hace falta nacer en la realeza ni tener estilistas a tiempo completo. Voy a contarte cómo irradiar esa elegancia que hace que las cabezas giren